Las gasolineras y estaciones de servicio, abanderadas o no con una de las grandes marcas, tienen siempre necesidades de imagen en el punto de venta complejas de solucionar.
Por un lado, necesitan elementos visibles y legibles de muy lejos a cualquier hora del día y la noche, que les permitan ser vistos por el tráfico de carretera; para ello se utilizan rótulos luminosos de grandes dimensiones para todo el perímetro de la cornisa de la gasolinera, normalmente realizados con frente flexible (a veces llamado “panaflex”), e iluminados interiormente mediante fluorescencias de arranque electrónico por motivos de seguridad. Otro de los elementos exteriores básicos son los totems o monolitos luminosos con precios de dígitos intercambiables o actualizables (led, mecánicos, etc.), además de la señalización exterior de los surtidores.